martes, 21 de junio de 2016

La propaganda nazi como medio de adoctrinamiento


“En el régimen hitleriano y en su actividad previa a la toma del poder, la propaganda
no es sólo un aspecto fundamental sino que en realidad lo es todo”.

A. Pizzarroso, Historia de la propaganda (2013).


El dominio y control de las masas es imprescindible para el soporte de cualquier Estado. El Tercer Reich, consciente de ello, no sólo creó el ministerio de Propaganda, sino que le dedicó la mayoría de los recursos, incluso por encima del ministerio de  Guerra.


A la cabeza de dicho ministerio se encontraba Joseph Goebbels, uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler y quién se encargará, entre otras cosas, de extender la veneración al Führer. Ayudándose de la capacidad oratoria de Hitler, dotará a su imagen, a través de toda la parafernalia que lo englobaba de una especie de liturgia mística, que se traducirá en un público receptivo. De esta manera, el partido nazi y el Estado Alemán serán inseparables y estarán basados principalmente en la veneración al líder, llevando la propaganda a todos  los recovecos de la sociedad.

En un primer momento la propaganda se sirvió, del descontento generalizado que provocó el Tratado de Versalles para asociar la república democrática de Weimar con la humillación del Estado alemán. El apoyo al nazismo llegó, de la mano de aquellos que veían en el partido nazi la única salida para terminar con las instituciones políticas de la primera democracia en Alemania, descargando sus cóleras y frustraciones sobre la comunidad judía.

El Ministerio de Propaganda permitió la aceptación y compromiso incondicional de los alemanes que entraban dentro de la volksgemeinschaf (comunidad popular) a base de mensajes muy concretos del Führer.  Por tanto, lo que el régimen nazi pretendió con la propaganda fue, fortificar los lazos entre alemanes y el ideal de pertenencia a una raza y geografía común, a través del ensalzamiento nacional.

Así lo plasma Hitler, consciente de esto desde la I Guerra Mundial, en su famoso libro “Mi Lucha”: Las asambleas de grandes muchedumbres son necesarias, pues cuando a ellas asiste el individuo acometido del deseo de alistarse en un flamante movimiento y temeroso de encontrarse solo, recibe allí la primera impresión de una numerosa comunidad, lo cual ejerce un efecto vigorizador y estimulante en la mayoría de las personas. Éstas se someten a la mágica influencia de lo que llamamos sugestión de la multitud (…).

Goebbels, juicioso de que no bastaba con los frenéticos discursos de Hitler, preparados con escrupulosa minuciosidad, trasladó el ideal del nazismo a multitud de escenarios: radio, carteles, música, canciones nacionalistas, cine, teatro… Hábilmente le prestó especial atención al mundo del cine, dictando en 1934 un nuevo reglamento cinematográfico, endureciendo la censura y controlando el componente ideológico de éstas. En palabras de Julián Echazarreta se prohibieron de una manera especial los guiones que fuesen  contra el espíritu de los tiempos o contra la sensibilidad nacionalista y se cuidaba que estos filmes reflejasen el espíritu nazi y que sus productores perteneciesen a la raza aria.

La propaganda llevada a cabo mediante de carteles fue de lo más exuberante. A continuación podéis ver dos de los muchos que el régimen nazi utilizó para concienciar a la población sobre los peligros que presentaba el judío en la sociedad germana, ligándolo al comunismo internacional. El objetivo principal de este tipo de exposiciones fue impulsar el odio hacia este grupo social a través del miedo.


El régimen nazi en general y Goebbels en particular impulsó una serie de exposiciones propagandística desde los años treinta, mediante la cual buscaban a través de mecanismos de socialización violenta, impulsar la marginalidad y la eliminación del otro, exaltando, a su vez, los valores arios frente a estos supuestos enemigos del régimen.

Además  de la agudeza del impacto visual, fue esencial la emergencia de nuevos actores sociales para el régimen social único, como fueron los adolescentes y los jóvenes. El encuadramiento propagandístico del régimen nazi es proyectado por la famosa hitlerjugend y así se hacía notar en un fragmento de la Ley sobre Juventudes Hitlerianas que podemos leer a continuación;



“De la Juventud depende el futuro del pueblo alemán. La juventud alemana reunida debe, por ello, encontrarse preparada para sus futuros deberes para con el pueblo. Por tanto el Gobierno del Reich ha dado término al siguiente decreto, el cual será promulgado aquí:
1. Toda la juventud alemana que se encuentre dentro del Reich estará unificada en las Juventudes Hitlerianas. 2. Toda la juventud alemana, además de ser criada en la familia y en la escuela, será educada en las Juventudes Hitlerianas física, intelectual y moralmente en el espíritu del nacionalsocialismo para el servicio del pueblo y de la comunidad. 3. La misión de educar a la totalidad de la juventud alemana por medio de las Juventudes Hitlerianas se encomienda al líder del Reich para la Juventud Alemana en el NSDAP. Él es el Líder de las Juventudes del Reich, por eso tiene el puesto asignado de una autoridad del Gobierno con sede en Berlín, bajo la inmediata dependencia del Führer y Canciller del Reich. 4. Todas las regulaciones necesarias para la ejecución y consumación de esta ley serán promulgadas por él. 
Führer y Canciller del Reich Berlín, 1 de diciembre Firmado: Adolf Hitler y Doctor Lammers 
 
En: MacNab, Chris; El Tercer Reich, Libsa, 2010”. 

Lo que parece claro es que el principal elemento propagandístico del régimen, fue la personificación de Hitler y los discursos que pronunció durante la segunda mitad de los años 20 y principios de los 30, ya que tanto él como Goebbels supieron adaptar cualquier propaganda del pasado a las necesidades de sus tiempos, estimulando, en buena parte, el auge del nazismo en Alemania.



Bibliografía:

Heis Emanuel, F. “Las Juventudes Alemanas y el problema Psico-sociológico de la formación de Identidad y pertenencia” en XIX Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Universidad de Cuyo, Mendoza, 2013.

Montero, J. “Para captar alemanes. La propaganda nazi en la España de la Segunda República mediante películas (1933-1936)”, Comunicación y sociedad, Vol. XX, nº 2 (2007), 111-131,
Montes Pérez, C. “Cuerpos representados, cuerpos dominados. Poder y representación en los carteles de propaganda nazi”, Thémata. Revista de Filosofía, nº46 (2012), 707-716.

Moreno Cantano, A. y López Zapico, M. “Propaganda del odio: las exposiciones anticomunistas en el Tercer Reich”, Historia y Comunicación Social, Vol. 19 (2014), 171-192.

Pineda Cachero, A. “Orígenes históricos-conceptuales de la teoría de la propaganda nazi”, Revista Historia y Comunicación Social, nº 12 (2007), 151-176.
Imágenes:


Juventud al servicio del Führer:
http://anafrank.educ.ar/archivos/popup1-2-1.html


Oficiales del mañana:
http://www.taringa.net/posts/imagenes/11107615/Carteles-Propagandisticos-de-la-Segunda-Guerra-Mundial.html


Posters de la exposición Bolschewismus ohne Maske:
Moreno Cantano, A. y López Zapico, M. “Propaganda del odio: las exposiciones anticomunistas en el Tercer Reich”, Historia y Comunicación Social, Vol. 19 (2014), 171-192.


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